Catalogado en el grupo de Castillos Estratégicos Menores, se trata de una construcción rectangular, de 74 por 22 m, y con una orientación norte-sur. Dispone de torres en los ángulos y centro sin cámara alta, con una sola puerta de entrada.
En la actualidad en el recinto distinguimos dos zonas: al norte, el patio de armas; y al sur, las viviendas, lo que debió ser antigua residencia en Vejer de los duques de Medina Sidonia.
El Castillo fue ganado a los moros en dos ocasiones durante el siglo XIII. La primera en el año 1250 en época de Fernando III ‘el Sabio’, volviendo a manos árabes en 1264 en una escaramuza que toma el Castillo por la fuerza. Pero inmediatamente después volvería a ser conquistado.
En la actualidad en el recinto distinguimos dos zonas: al norte, el patio de armas; y al sur, las viviendas, lo que debió ser antigua residencia en Vejer de los duques de Medina Sidonia.
La construcción del castillo data probablemente del siglo IX-X, como se deduce del estudio de su puerta musulmana. Originalmente la componía una doble puerta en arco de herradura y enmarcada en un alfiz, de la cual, solo nos queda la de la fachada interior, la cual fue recuperada de debajo de la cal en los años 70.
El Castillo fue ganado a los moros en dos ocasiones durante el siglo XIII. La primera en el año 1250 en época de Fernando III ‘el Sabio’, volviendo a manos árabes en 1264 en una escaramuza que toma el Castillo por la fuerza. Pero inmediatamente después volvería a ser conquistado.
Durante el siglo XV, el Castillo fue objeto de remodelación al igual que todo el Amurallado de la Villa. La fachada y puerta exterior fue reforzada ganando en anchura.
El castillo perteneció a la casa ducal de Medina Sidonia (Casa de Guzmán), desde principios del s. XIV hasta finales del s. XIX, en esta época pasó por herencia al marqués de Martorell quien lo vendió a d. Pedro Muñoz de Arenillas.
En 1912, el Ayuntamiento adquiere de uno de los herederos de Muñoz de Arenillas un tercio de la propiedad.
Bajo el patio existe un gran aljibe, que recogía las aguas de lluvia a través de una red de canalones distribuido por las azoteas. Pueden verse dos boca de aljibe, o pozos, uno en el patio de entrada y otro en lo que antiguamente eran las cuadras. Otra particularidad del patio, es su suelo en forma de espigas, para evitas que resbalaran las bestias.
El castillo perteneció a la casa ducal de Medina Sidonia (Casa de Guzmán), desde principios del s. XIV hasta finales del s. XIX, en esta época pasó por herencia al marqués de Martorell quien lo vendió a d. Pedro Muñoz de Arenillas.
En 1912, el Ayuntamiento adquiere de uno de los herederos de Muñoz de Arenillas un tercio de la propiedad.
Bajo el patio existe un gran aljibe, que recogía las aguas de lluvia a través de una red de canalones distribuido por las azoteas. Pueden verse dos boca de aljibe, o pozos, uno en el patio de entrada y otro en lo que antiguamente eran las cuadras. Otra particularidad del patio, es su suelo en forma de espigas, para evitas que resbalaran las bestias.
En el interior del Castillo se puede contemplar también, una placa en conmemoración del hermanamiento de Vejer y Chef-Chauen. Ambas ciudades se encuentran estrechamente vinculadas por motivos históricos y culturales.
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